Archivos de la categoría ‘Cultura política’

No hay que asombrarse, existen en la fauna humana. Las hienas son individuos muy sociables, hipócritas y bien hablados. Mantienen una máscara que los hace parecer cual perro fiel, pero guardan en su interior perversidad y capacidad para hacer el mal. Están al tanto de los éxitos ajenos, los envidian y anhelan suprimir toda muestra de felicidad. Les duele la alegría del colega, del compañero de trabajo y con total amargura empiezan a tramar su ataque. Al menor descuido roban y se nutren del trabajo ajeno, crean un ambiente malsano para la víctima, rodean su entorno y borran las evidencias de logros, con triquiñuelas e intrigan cambian cualquier asomo de resultado positivo, manipulan el entorno social, hasta adueñarse de los progresos y triunfos de sus víctimas. Tienen una debilidad. Sur ser social los envuelve hasta que empiezan a mostrar el cobre. Las adulaciones los enternecen y empiezan a creerse de su posición, muchas veces ganada con trampa, con manipulación y mentira. Entonces el entorno empieza a exigirles tareas que no pueden cumplir, se desesperan, no saben qué hacer, llaman a su manada, pero nada les resulta. El final de la hiena es triste. Un aislamiento que equivale al destierro de la manada, algo que carcome el alma para los que siempre anhelan la aprobación y el éxito. No buscan el éxito propio porque les parece desgastante y engorroso, prefieren robar como la hiena.hiena

FORO VICHADA A2014 099

El Instituto de Ciencias Ambientales de la Orinoquia “ICAOC” de la Universidad de los Llanos realizó en los cuatro departamentos llaneros un evento de reflexión colectiva con actores sociales para la construcción de la visión de desarrollo sostenible de la región.  Este ejercicio participativo se realiza en el marco del convenio que suscribió Unillanos con Ecopetrol y en el cual se contempla la formación de 35 profesionales de estos departamentos en el programa de Maestría en Gestión Ambiental Sostenible.  Los eventos iniciaron en Villavicencio, el 18 de junio, continuó luego en Yopal el 25 de junio, siguiendo en Puerto Carreño el día 28 junio y terminando en Arauca el 3 de julio del presente año.  Dentro de estos talleres se realizó un análisis de los factores de cambio en el territorio en el pasado – presente y futuro logrando un consenso entre los actores en cuanto a los aspectos más relevantes que afectan la realidad en el territorio.

Este trabajo que realiza Unillanos pretende hacer una lectura y comprensión de las dinámicas regionales, dar a conocer las diferentes visiones que existen sobre la región, visibilizar a los actores locales, que en la mayoría de los casos son excluidos de las decisiones que se toman sobre la Orinoquia y contribuir a la génesis de un nuevo discurso regional mucho más proactivo y que nazca del análisis que los actores locales hagan de la realidad, tanto en sus causas como en los efectos. En estos talleres participaron la academia, empresarios, organizaciones de la sociedad civil, funcionarios, agremiaciones y líderes de la región.

La dinámica ofreció un panorama algo desalentador respecto al presente. Los actores locales perciben que en el pasado todo era mejor, existían valores, una cultura del respeto y tolerancia que favorecía la vida en paz y armonía, “se vivía y se trabajaba con alegría”.  La historia se parte en dos con la aparición de los fenómenos del narcotráfico, la explotación petrolera y la colonización territorial. De alguna manera la realidad se volvió más compleja y conflictiva, aunque con nuevas oportunidades de crecimiento económico, pero con una tendencia a privilegiar la exclusión social, el acaparamiento, la expoliación de los recursos naturales y la competencia social y empresarial desmedida. Existe una gran preocupación por el deterioro ambiental y la afectación acelerada que ha tenido el recurso hídrico. La sensación es de abandono estatal y una percepción negativa sobre todo lo que aumente el centralismo.

Algo que preocupa en gran medida es la poca participación de la población local en los beneficios que trae la dinámica económica, principalmente en lo relacionado con la explotación petrolera y el boom agroindustrial en la altillanura.   En asuntos delicados como la frontera nacional existe poca presencia y descuido del Estado, la situación de zozobra y tensa calma que se vive en los territorios fronterizos, especialmente en Arauca, que ha sido un territorio especialmente golpeado por el conflicto armado, donde rige la ley del miedo y el terror. Pese a todo esto la región ha crecido demográfica y económicamente, además muestra nuevas perspectivas económicas como el comercio de grandes superficies,  la piscicultura, el turismo, la biotecnología y la agroindustria, un avance importante del capital humano y un proceso de organización social interesante.

El ICAOC de la Universidad de los Llanos continuará con esta serie de ejercicios durante el mes de julio, llegando a las subregiones de cada uno de los departamentos a través de reuniones, encuentros, talleres y conversatorios con actores locales que realizarán los estudiantes de la Maestría en Gestión Ambiental Sostenible. De esta manera se espera identificar algunas  variables estratégicas que permitan priorizar alternativas de desarrollo sostenible para la región.  Cabe anotar que los actores locales han recibido con gran aceptación y aprecio esta iniciativa de la Universidad de los Llanos, pues consideran que existen muchos actores foráneos y entidades privadas que literalmente como lo mencionan los moradores “llegan con discursos culebreros a hipnotizar con mentiras y propuestas descontextualizadas.

Durante el segundo semestre continuará este proyecto en cada uno de los departamentos, generando conciencia en la perspectiva de consolidar liderazgos regionales que tengan incidencia en las políticas públicas que afectan el territorio.

Altillanura Colombiana

Manuel Javier Fierro Patiño. MVZ. Magister en Desarrollo Regional y Local.

 

El taller convocado por el Departamento Nacional de Planeación, orientado por la Universidad de los Andes, el día 1 de junio de 2012, en Puerto Gaitán, tenía como objetivo la construcción de propuestas colectivas para implementar la política de desarrollo de la altillanura.  La expectativa de la mayoría de los asistentes era poder aportar desde su grupo de interés, propuestas y elementos de análisis para el documento CONPES de la Altillanura, promesa del gobierno Santos para esta región colombiana.

No obstante, lo informado en la convocatoria, la dinámica del taller tomo un giro diferente y debido a la metodología utilizada se transformó en un evento de validación de un “documento” sin terminar y que aun genera muchas dudas.  Esto molestó a los asistentes, pues la metodología utilizada era excluyente, simplista, reduccionista, poco objetiva y poco concluyente.  Este hecho se presenta casi siempre que se escogen facilitadores que poco conocen de las características sociales y económicas de la región.  Es el beneficio de la duda que se brinda, pues sería nefasto pensar que fuera realmente algo realmente deliberado y que lo que se pretendía era pasar de agache y hacer un gran tremendo saludo a la bandera.

Excluyente, porque no permitía la generación de propuestas por grupo poblacional o gremio productivo específico. Todos conocemos que el debate central sobre el desarrollo de la altillanura tiene diferentes posiciones, la mayoría de estas encontradas, sobre lo que debería hacerse en materia de desarrollo en la altillanura. Los indígenas, los empresarios, los campesinos, no encontraron garantías para poder expresar claramente sus puntos de vista.

Simplista, porque en lenguaje algo folklórico pretendía quitarle importancia al tema, evadiendo los aspectos claves del proceso.  Reduccionista, porque basándose en unas líneas generales pretendía sintetizar una problemática y dar lineamientos generales en una realidad muy compleja, que requiere de un análisis integral, pero sin perder de vista las diferentes aristas conceptuales e inclusive políticas en la construcción de un documento de política nacional en la región más estratégica del país, responsable de la estabilidad económica del país.

Poco objetiva y poco concluyente, porque evadía en todo momento la posibilidad de construir y hacer sugerencias a la propuesta presentada, dando apariencia de que las ideas expuestas inicialmente son inamovibles y centradas en aspectos muy generales, vistas con un sesgo centralista.  No se presentó un documento, solamente se hizo una presentación general que trató lo concerniente a la legalidad de la tierra, ordenamiento territorial, planes estratégicos orientados por un nuevo ente “La Corporación para el Desarrollo de la Orinoquia Colombiana” donde tendrán asiento en el consejo directivo tres ministerios, un gobernador y un alcalde; excluyendo a la región, quedando por fuera a la academia, los gremios y los indígenas.

Según la presentación del DNP se mostró la necesidad de hacer nuevos diagnósticos, recopilar más información, ejecutar proyectos piloto, en fin, nada concluyente y definitivo.  Ni siquiera garantiza la terminación de la vía Puerto Gaitán – Puerto Carreño o la ejecución total del proyecto para la navegabilidad del río Meta, mucho menos la construcción de vías férreas o aeropuertos de categoría para la región.

No se vislumbra una estrategia para la apropiación de la ciencia, tecnología e innovación, minimizando la importancia del conocimiento y el desarrollo tecnológico. Tal parece que para el Departamento Nacional de Planeación en materia de tecnología no hay necesidades y que el camino para el futuro ya está resuelto, cuando lo que ocurre es todo lo contrario, la región tiene un déficit de conocimiento científico y de soluciones tecnológicas para aprovechar sosteniblemente todo el potencial que brinda la oferta natural.  Se prioriza el conocimiento técnico, las capacidades y competencias de baja complejidad, sin definir procesos de generación de valor agregado, centrando toda la estrategia en un centro de formación del SENA, sin querer decir que no sea algo necesario profundizar también en estas actividades laborales. Se excluye el papel que puede cumplir la academia y sobre todo de la Universidad de los Llanos, como principal ente público de educación superior de la región.

La propuesta presentada por Leibovich no profundiza en temas sociales, reduce lo indígena a un tema de tierras, lo campesino a los aspectos labores, lo ambiental a simple ordenamiento, lo político e institucional a la mera acción e interés del gobierno central.   En este aspecto fiscal tiene una cautela desmesurada, tal vez, por no comprometerse en recursos y por esta razón, es un planteamiento exageradamente conservador, nada en comparación con los documentos trabajados, por ejemplo, para la Costa Caribe.

En el tema indígena no desarrollan temas como la seguridad alimentaria, la etnoeducación, el gobierno propio o la etnosalud. No se puede desconocer que las comunidades indígenas son las grandes perdedoras en toda esta dinámica creciente en el campo agrícola y petrolero, por esta razón,  el documento CONPES debe incluir acciones concretas para su protección y desarrollo integral.

Otro tema ausente es el tema de poblamiento y una política de asentamientos.  No hay regulaciones u orientaciones de política para organizar los procesos migratorios y de estabilización sostenible de más de 50.000 personas que esperan ingresar a la zona buscando nuevas oportunidades.   Es un aspecto clave que debe garantizar el uso apropiado de la energía, el agua y la disposición de residuos y aguas servidas, así como evitar replicar errores del pasado que lleven a la extinción de los frágiles ecosistemas de la altillanura.  Debería plantear un Plan de Asentamientos y un Laboratorio de Habitat que permita desarrollar propuestas innovadoras en materia de viviendas auto-sostenibles y planes de urbanización a manera de sistemas aldeas-red.

La población de la región no puede ser subestimada en su capacidad de propuesta y desligar de un tajo el derecho legítimo de participar de las decisiones que afectan su propio futuro. Esperamos, como lo solicitaron algunos asistentes, que el DNP reflexione y que retome un proceso con la profundidad y complejidad que se merece.

Crisis de valores

Crisis de valores

Son igualmente condenables los ataques a la infraestructura de los servicios públicos, como también la aparición de grupos de “limpieza social”. Lo que muestra de fondo es el carácter terrorista de los grupos que piensan capitalizar estos hechos; igualmente, muestran la intolerancia social y una crisis de valores de la sociedad en general.

Hay que conocer la teoría del Estado para interpretar muy bien la realidad y no caer en especulaciones morales. El Estado nace de la necesidad del hombre de tener garantías para desarrollar su proyecto de vida y garantizar los derechos mínimos, como la vida, la libre empresa y la libre expresión. Estas garantías y también algunas obligaciones se materializan en un contrato social, que para el caso de nosotros, es la Constitución Política de Colombia, las normas, leyes que conforman nuestro Estado Social de Derecho. La existencia del Estado, es lo que permite la vida en sociedad organizada, con unas reglas de juego que todos debemos cumplir. A cambio el Estado colombiano, según la Constitución de 1991, debe servir a la comunidad, promover la prosperidad general, garantizar la efectividad de los principios, derechos y facilitar la participación de todos los miembros de la comunidad colombiana en los asuntos que le competen (económicos, políticos, administrativos y culturales), defender la independencia nacional, mantener su integridad territorial, asegurar la convivencia pacífica y asegurar la vigencia de un orden justo. Los mismos enunciados son demasiado contundentes y claros. Las autoridades en Colombia están para proteger a todos los residentes en el país en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales.

La fuerza pública y las instituciones legítimas son las que deben garantizar la seguridad y atacar el delito. Preocupa mucho la aparición de grupos en las “redes sociales de internet” que alaban y promueven esta práctica irregular, en su mayoría jóvenes, que lanzan amenazas y apoyan la eliminación de personas que han quebrantado la ley, que son homosexuales o practican la prostitución. También preocupa el pronunciamiento de algunos funcionarios, alentando esta práctica y restándole importancia como acción delictiva. Esto es un síntoma indiscutible de la mala educación que reciben en sus casas y escuelas, falta de valores éticos, falta de una educación cívica y desconocimiento aberrante de nuestro sistema político.

Para construir una sociedad justa y en paz, es necesario tener claridad sobre las funciones del Estado y los deberes del ciudadano, pero ante todo tener conocimiento de la naturaleza moral y ética que nos hace miembros de un mismo país. Caso contrario no seriamos más que animales sobreviviendo en el “Leviatan” de Hobbes.

Corrupción

Caricatura de Sergio Langer (Caricaturista Argentino)

Recientes estudios plantean la importancia creciente de ciertos factores institucionales que afectan directamente el nivel de competitividad de las empresas o la región. La influencia de la cultura, las políticas públicas, la gobernabilidad, las normas y los aspectos psicosociales que frenan o aceleran los procesos de cambio, resultan más importantes de lo que usualmente se piensa.

Podrán construirse vías, ferrocarriles, aeropuertos, redes de comunicación, orientarse los recursos suficientes para mejorar el contexto y la imagen territorial, pero si no existe la red social proactiva que dinamice aptitudes, actitudes e induzca procesos de cambio tecnológico y transformación productiva, la región puede mantenerse en ese período inmóvil y conformista que cierra las puertas a la competitividad. Las políticas públicas deberán enfatizar mucho más en la generación de procesos de cambio social, seleccionando funcionarios bien intencionados, involucrando al sistema educativo, fortalecimiento las redes sociales, apropiando recursos para el cambio empresarial y formación en valores, estimulando actitudes emprendedoras y premiando los esfuerzos de quienes, sin contar con muchos recursos, son capaces de romper la barrera de la incompetencia.

El asunto va mucho más allá, hay aspectos que limitan y frenan las aptitudes y actitudes de los más avezados, paralizando posibilidades y cerrando oportunidades. Las instituciones públicas o privadas no son precisamente las ineficientes, pueden ser sus funcionarios, que con su proceder equivocado son factores de atraso regional. Los funcionarios que sufren de envidia y celos institucionales, los que cobijan su incompetencia con la intriga y la patraña, están siempre atentos a paralizar cualquier proceso o proyecto de devele su incompetencia ante la sociedad. Igualmente, esta anomalía social también puede enquistarse en las empresas privadas y en todo tipo de organizaciones. Ante esto, es difícil administrar procesos de cambio endógeno, pues en la gloria del individualismo improductivo, los terceros, los que llegan de afuera, logran mejores resultados y encuentran un terreno abonado en donde las prioridades sociales y económicas de la sociedad regional quedan en un segundo plano. Estos problemas se agudizan cuando los sistemas de control social no funcionan o se contaminan con esta virosis social; los medios de comunicación, los jueces, los fiscales, veedores o interventores que conviven abiertamente en esquemas que acomodan para servir a sus propios intereses o a los de terceros.

El llamado es a las instituciones para que trabajen articuladamente para generar un proceso estratégico de cambio social, que involucre al núcleo familiar, la escuela, las universidades, al sistema educativo e institucional en general. El objetivo es cambiar la forma de pensar, cambiar la actitud frente al cambio, aprender a trabajar en equipo, recobrar valores como la solidaridad, la perseverancia, la honestidad y la tolerancia. Estos aspectos son claves en una estrategia de desarrollo regional y muchas veces son desestimados por las escuelas de administración y economía. Si hacemos un recuento histórico en la región, podríamos encontrar que el futuro de la región, sin desestimar otros factores, podría depender de la superación de estas dificultades institucionales.

Se veía venir, pero el optimismo aún era débil. Persistía en algunos ciudadanos mucha prudencia a pronunciarse abiertamente. Fue una manifestación silenciosa, pero con gran ruido retumbaba en todas las mentes. No obstante, la esperanza de cambio permanecía en el grueso de la población. Con dolor se pensaba en el pasado, en el recorrer sucio de los hechos bochornosos que condenaron el nombre de la ciudad.

 

La ciudad mostró su capacidad de reflexión y acción política. Fue un proceso que empezó a sentirse solo dos semanas antes de la elección. Los corrillos callejeros, las cafeterías del centro, los hervideros políticos que taponan las calles en épocas electorales empezaban a advertir los pasos de gigante.  En avalancha de pensamiento y palabras conectadas a nivel de murmullo persona a persona, se escuchó correr la bola: Franco va a ganar.   La ciudad revitalizó sus capilares sanguíneos por donde circulan chismes y coletillas, para dar paso al comentario reflexivo: Puede ganar y hay que actuar 

 

Inmediatamente las huestes ciudadanas despertaron del sueño profundo que la desilusión y el escepticismo paraliza en el acto. La ciudad movilizó su criterio por encima de la propaganda, el ruido y actitudes pendencieras y groseras de los pregoneros en la antesala de los puestos de votación. Muchos colores, muchas imágenes, que escondían la realidad sumergida en los corazones, amenazaban con desmaterializar las intenciones, pero el sentimiento colectivo fue enfático al mostrar sus preferencias.  Llovía y los villavicenses madrugaron, el ambiente sabía a cuanto candidato existía, pero la decisión se fortalecía con cada paso dado hasta la mesa de votación. Al momento de tomar el lapicero no se vaciló y se marcó sentenciando la historia de Villavicencio: No se puede insultar la inteligencia colectiva.  

 

Después de votar, el comentario disimulado y las miradas cómplices competían con los empujones, las banderas y los gritos de muchachos que a borbotones derramaban publicidad a diestra y siniestra. Después, el momento de la espera eterna para observar con satisfacción como las cifras mostraban voto a voto como se derrotaba la indiferencia y la apatía.

 

Lo más importante es la recuperación del poder de decidir libremente, sin hacer caso a los gastos enormes de las campañas, a los formularios mentirosos, a los mercados, a los conciertos y a las manifestaciones fabricadas a punta de buseta llena a empujones.  También se dio una lección en asuntos programáticos.  Por primera vez se asumen concientemente las propuestas que consiguen votos.  Sin lugar a dudas es un gran avance que merece la mayor atención. Este proceso no puede quedar en esta lección de ciudadanía. Debe consolidarse y fortalecerse para continuar en asuntos de gobierno, control político y seguimiento.  El nuevo alcalde tiene la batuta con independencia. Las relaciones con sus funcionarios y el concejo deben trascender el interés político individual y basarse en el interés colectivo. La ciudad adolece de planificación de altura. Los recursos deberán orientarse estratégicamente, sin improvisación, sin manipulaciones ni conciertos para delinquir. Éxitos señor Alcalde.

Ladrones en Villavicencio 

Villavicencio tiene mucho que perder en las próximas elecciones si permanece la apatía y la indolencia ciudadana frente a los procesos electorales. Es cierto que ante el abanico de malos gobernantes y pésimos miembros de corporaciones públicas, puede existir cierto escepticismo y desinterés en participar, pero precisamente, esta abstención ha sido el principal trampolín para que personajes de cuestionada moralidad hayan alcanzado tal posicionamiento en esta ciudad.  Es hora de votar en masa y demostrar que existe patriotismo y gente preocupada por el futuro de nuestra tierra; que ante las adversidades, es posible construir una realidad política diferente a la que señalan los medios nacionales, cuando nos mencionan como una de las ciudades más corruptas del país. Y por supuesto que esto no es cierto, pues ese odioso calificativo nos lo han estampado unos pocos que sin sentido de pertenencia y con la sed que lucrarse de los recursos públicos, han sabido mostrar vergonzosos hechos ante la opinión nacional.  

El pasado periodo electoral deja un sabor amargo para los entes territoriales de la región, lamentablemente se eligieron alcaldes, gobernadores y miembros de corporaciones públicas, algunos simples comodines de intereses oscuros de empresas electorales siniestras y otros verdaderos capos de la corrupción.  La región no puede resistir otro fracaso.  Por esta razón, señor ciudadano o ciudadana, es hora de actuar por un futuro cierto.  Cuando escoja su voto, piense todo lo que significa su decisión y cómo con esta simple acción, podemos estar dando una lección a los corruptos.  Que bueno sería dar un contundente golpe de opinión y mostrar que no valen mercados, fiestas, almuerzos, electrodomésticos y falsas promesas para comprar nuestra dignidad.  Que nuestra dignidad se construye con ideas y programas serios, con gente capacitada para gobernar y con el legítimo ejercicio de nuestro voto.  

Todos sabemos por quien no hay que votar, aquellos que pretenden convertir esta tierra en una finca de su propiedad, aquellos que tienen condenas judiciales encima, aquellos que no muestran propuestas serias, sino discursos trajinados y demagógicos. También los que han participado en alianzas poco honestas y los que muestran un completo hermetismo respecto a la financiación de sus campañas. Y ojo con aquellos que pretenden disfrazar su responsabilidad en la crisis actual, aquellos que escudados en medios radiales inescrupulosos manipulan la opinión lanzando una cortina de humo que esconde sus verdaderos intereses.  

Los entes que disponen de regalías del petróleo resultan más afectados. Según la Contraloría, las regiones y municipios cobijados con regalías han perdido cerca de 600 mil millones de pesos por corrupción en el manejo de los recursos que deja el petróleo y la explotación de minerales. En total el país mueve aproximadamente dos billones 500 mil millones de pesos en regalías al año, de los cuales no menos del 25 por ciento se desvían hacia los bolsillos de los corruptos.  Es la oportunidad para mostrar que los ciudadanos de Villavicencio y la región podemos llegar a ser ejemplo democrático para el país.

 

Manuel Javier Fierro Patiño. Esp. Gestión y Planificación del Desarrollo Regional. Candidato Magister en Desarrollo, con enfasis en Desarrollo Local y Regional. Consultor y profesor Universitario.

Manuel Javier Fierro Patiño. MVZ. Esp. Gestión y Planificación del Desarrollo Urbano-Regional

Caminaba desprevenidamente cerca del parque “llamado ahora plaza de los libertadores de Villavicencio” cuando desde las bodegüelas del lagarterismo propio de estos lugares citadinos, un respetable ciudadano me interrogó acerca de mis columnas. En primer lugar me felicitó por los temas, pero luego me lanzó un agudo comentario. –Usted comparte columna con los que hacen oposición al gobierno y seguro que sus opiniones no gustan-. Sonreí y di las gracias, pero me quedaron sonando en la cabeza estas palabras. Quizás no había pensado en este asunto con la debida atención. ¿Será que disentir es sinónimo de oposición política? Me detuve un instante y observé lentamente la fuente instalada frente a la Catedral. Bueno, para los que escribimos algunas líneas, debe ser natural que el texto guste a algunas personas y a su vez disguste a otras, pues la opinión personal hace parte del derecho de la libre expresión y por consiguiente cada cual puede tener su punto de vista sobre un tema específico. Seguí caminando por la plaza, con tranquilidad, pensando en voz alta. Es bueno que el debate en torno a la gestión del gobierno municipal, departamental o nacional se dé con la naturalidad que el escenario democrático lo permite y las opiniones de los columnistas no deben tener el sentido de hacer oposición encarnizada sin argumentos, solamente porque el mandatario es de una corriente política o de otra. Parece que reflexionar sobre los temas estratégicos del desarrollo regional puede pisar algunos callos y poner en posición incomoda a algunos funcionarios. Decidí que era necesario hacer la aclaración. De ninguna manera debe tomarse el hecho de discrepar ideas como de escueta oposición política. Me parece una salida simplista que elude el debate constructivo, atenta contra la libertad de prensa y desconoce la posición argumentativa. Es doloroso saber que en el sector público del país empieza a hacerse repetitiva la frase “El que no esta de acuerdo conmigo está contra mí” y esta clase de situaciones amenazan con repetirse a diario. De manera resuelta recordé con nostalgia las enseñanzas de mi querida profesora de primaria, la señora Mercedes Torres de Rivera, a quien dedico estas líneas: -Quien calla otorga-.